Ginkgo biloba

El Ginkgo biloba es un árbol caducifolio único, considerado un fósil viviente por su origen milenario. Se destaca por su elegante follaje en forma de abanico, que en otoño se torna de un amarillo dorado intenso antes de caer, brindando un espectáculo visual en jardines y espacios urbanos.

Se adapta bien a climas templados y fríos, tolerando heladas invernales sin problemas. Es ideal como árbol ornamental aislado, en veredas o parques, gracias a su forma piramidal en juventud que se vuelve más abierta y majestuosa con el tiempo. Puede alcanzar alturas de hasta 20-25 metros en la madurez, aunque su crecimiento es lento.

Cuidados:

Riego: Moderado. Requiere riegos regulares durante los primeros años de implantación. Una vez establecido, tolera la sequía estacional, aunque se beneficia de riegos en épocas de calor prolongado.

Suelo: Tolera una amplia gama de suelos, pero prefiere los bien drenados y ricos en materia orgánica. Se adapta tanto a suelos ácidos como ligeramente alcalinos.

Luz: Requiere pleno sol para un desarrollo óptimo y para lograr la coloración otoñal característica. Puede tolerar algo de semisombra, pero con menor intensidad de color en otoño.