Afrocarpus falcatus (Pino Africano)

El Podocarpus falcatus es un árbol perenne de crecimiento moderado, apreciado por su elegante porte piramidal y su follaje denso, de color verde oscuro. Sus hojas largas, delgadas y ligeramente curvadas le dan un aspecto refinado, ideal para jardines formales, alineaciones o como ejemplar aislado.

En Argentina se adapta bien a climas templados y cálidos, aunque puede tolerar algunas heladas suaves. Con el tiempo puede alcanzar entre 10 y 20 metros de altura, pero su crecimiento es manejable mediante podas si se desea mantenerlo más compacto.

Cuidados:

Riego: Moderado. Necesita riegos regulares durante su etapa de establecimiento. Una vez consolidado, soporta periodos breves de sequía, aunque se recomienda riego periódico en veranos muy calurosos.

Suelo: Prefiere suelos bien drenados y fértiles, con buen contenido de materia orgánica. Tolera suelos ligeramente ácidos o neutros.

 

Luz: Se desarrolla mejor a pleno sol o en semisombra. En zonas muy calurosas del norte argentino puede beneficiarse de algo de sombra durante las horas más intensas del día.

Afrocarpus Falcatum EJEMPLAR

Afrocarpus Falcatum EJEMPLAR
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Afrocarpus falcatus (Pino Africano)

El Podocarpus falcatus es un árbol perenne de crecimiento moderado, apreciado por su elegante porte piramidal y su follaje denso, de color verde oscuro. Sus hojas largas, delgadas y ligeramente curvadas le dan un aspecto refinado, ideal para jardines formales, alineaciones o como ejemplar aislado.

En Argentina se adapta bien a climas templados y cálidos, aunque puede tolerar algunas heladas suaves. Con el tiempo puede alcanzar entre 10 y 20 metros de altura, pero su crecimiento es manejable mediante podas si se desea mantenerlo más compacto.

Cuidados:

Riego: Moderado. Necesita riegos regulares durante su etapa de establecimiento. Una vez consolidado, soporta periodos breves de sequía, aunque se recomienda riego periódico en veranos muy calurosos.

Suelo: Prefiere suelos bien drenados y fértiles, con buen contenido de materia orgánica. Tolera suelos ligeramente ácidos o neutros.

 

Luz: Se desarrolla mejor a pleno sol o en semisombra. En zonas muy calurosas del norte argentino puede beneficiarse de algo de sombra durante las horas más intensas del día.